La llegada de la
Cuaresma marca en el calendario litúrgico católico el fin del Carnaval, da paso
a la reflexión, al ayuno y al recogimiento, pero para los habitantes de San
Agustín Metzquititlán, Hgo., tiene un significado especial, es el inicio de los
preparativos de la Fiesta del Segundo
Viernes de Cuaresma en honor al Señor de la Salud.
Es la fiesta
religiosa más importante de este bello pueblo, situado en plena Sierra Alta de
Hidalgo a 75 km de la Ciudad de Pachuca. El Señor de la Salud es el orgullo, el
símbolo que los identifica, no solo para quienes viven en la Cabecera sino para
todo el municipio. Es una tradición trasmitida de generación en generación que
permanece intacta aun después de varios siglos.
Metzquititlán cada
año recibe a miles de peregrinos y turistas procedentes de lugares distantes,
quienes tiene un solo propósito, visitar al milagroso Señor de la Salud,
continuando con el legado heredado por sus ancestros, cada cuaresma regresan a
dar gracias y pedir favores a la venerada imagen.
Desde el punto de
vista histórico es una reliquia, desde el religioso un tesoro y desde la
percepción humana una esperanza para mitigar los pesares. Fe, curiosidad,
agradecimiento, cualquier motivo es bueno para visitar su Santuario.
Existen diversas
versiones sobre el origen de la imagen del Señor de la Salud, hay quienes
afirman que en un principio se veneraba una imagen mucho más pequeña, la cual
fue sustituida por la que actualmente conocemos. Otra versión dice que el nuevo
Cristo está hecho con incrustaciones de madera del Cristo más pequeño y una última
asegura que el primer Cristo esta dentro del actual Cristo mayor.
Siendo Metzquititlán desde tiempos
inmemoriales un pueblo de paso obligado, en el camino a la Huasteca, Cuenta la tradición
oral que a finales del Siglo XVI dos terratenientes de apellidos López y
Sánchez, junto con sus comitivas, trasportaban con rumbo a la Huasteca un
Cristo de singular belleza. Al reanudar la jornada vieron que el Cristo había
adquirido un peso extraordinario y no hubo fuerza humana capaz de moverlo.
Interpretaron este hecho como una indicación de que la imagen había elegido
esta población para que se le rindiera culto, así se colocó el Cristo en una
choza situada en el lugar donde hoy es su Santuario.
La imagen del Señor de la Salud, se le
atribuye al escultor español Alonso Cano, según el Dr. Alfonso Castillo
Córdoba, vecino metzquititlense, quien tuvo conocimiento en 1911 del origen de
esta imagen, ya que siendo monaguillo en la Iglesia de Metzquititlán, escucho
en varias ocasiones esta afirmación de la boca del erudito padre Gonzalo
Campos, quien fue un fraile agustino asignado a la vicaría de Metzquititlán a
principios del siglo XX. Aunque existe la versión menos conocida, que fue
elaborada por escultores novohispanos.
En un folleto
publicado en 1840 por Antonio Díaz, y cuyo autor es Ramón Urrutia, se hace referencia a historia de la
imagen:
“El Reverendo Padre cura Fr. José Gamboa
fue el dueño de esta imagen que dejo a su convento cuando murió, suplicando a
sus hermanos los religiosos que continuaran el culto que él había comenzado a
darle bajo la advocación del Señor de la Salud, experimentando por ello muchos
favores el mismo RP cura, los vecinos de Metzquititlán, los de Metztitlán
cuando se llevaba para hacerle rogaciones públicas y todos los fieles que lo
invocaban en sus necesidades”.
Este mismo autor dice que el Cristo en 1840 casi
cumplía un siglo de haber llegado a Metzquititlán. El Fraile José Gamboa fue
superior del Convento de los Santos Reyes de Metztitlán en el año de 1753
El nombre Señor de la Salud: Cuenta la tradición que pasó por esta población un terrateniente llamado Silvestre de Ita, quien
enfermó gravemente de fiebre. Sintiéndose ya en trance de muerte, oró
fervorosamente al Cristo, demandando ya no su imposible salud, sino la vida
necesaria para poder llegar a dar la bendición a sus familiares que los
aguardaban allá en la Huasteca. Con gran asombro empezó a sentirse mejorado, y
antes de llegar a su destino, había recuperado por completo la salud,
encargándose de propagar a cuantos le oían el milagro operando en su persona.
Se conoció como el Señor de la Salud.
En el año 1870, un sacerdote llamado el Padre Brito,
enfermó gravemente y estando en peligro de muerte, una vez que había agotado
todos los medios humanos para curarse, los cuales habían resultado inútiles.
Desesperado pidió al Señor de la Ermita para que le concediera la salud, que no
apetecía para bien suyo, sino para que con tal milagro se extendiese su
devoción y se le tributase culto. Al punto el Padre se sintió aliviado, con
vigor y robustecido, el acto fue presenciado por el público, quienes propagaron
el milagro por toda la comarca. Con este hecho se declaro Santuario a su ermita y se reafirmo el nombre de
Señor de la Salud.
Los frailes agustinos construyeron probablemente en
1542 una pequeña ermita que años después se transformaría en el actual
Santuario. Se termino de construir en el año de 1675, así lo refiere la
inscripción que tiene en la parte superior de la entrada principal del
Santuario (1675 AS). La Sra. María de la Luz Chagoya, originaria de
Tianguistengo, en gratitud a la salud recibida por el Santo, inicio a
construcción del Santuario.
La fiesta en honor al Señor de la Salud se celebra el Segundo viernes de
cuaresma y se le conoce como la Fiesta del
Segundo Viernes, es la principal
celebración religiosa del municipio
Esta fiesta
procede de tiempos remotos, posiblemente desde el Siglo XVI. Los feligreses acuden a solicitar favores
al Santo milagroso o a dar gracias por los milagros y bendiciones concedidas.
Desde 10 días antes el santuario recibe peregrinaciones de las comunidades de
todo el municipio, de otros municipios del Estado de Hidalgo y de otros estados
vecinos.
Las celebraciones comienzan el martes de carnaval
por la tarde, con el traslado de la imagen del Santuario a la Parroquia de San
Agustín.
Los puntos culminantes de las celebraciones
religiosas son las Procesiones que se
realizan, la Primera, el Segundo Viernes de Cuaresma por la noche, que es la
procesión tradicional y antiquísima.
La Segunda Procesión conocida como La Octava, se celebra 10 días después de la Fiesta
del Segundo Viernes. La razón es por que los habitantes del pueblo durante la
fiesta se la pasaban atendiendo sus comercios y no podía asistir a la primera
procesión, así que en este nuevo recorrido si podrían asistir.
Con procesión de La
Octava terminan las celebraciones, el Señor de la Salud sale de la Parroquia,
recorre las principales calles del pueblo y finalmente regresa a su Santuario,
esperando el siguiente año para repetir el ciclo. Antes de entrar al templo se
le venera, todos los feligreses pasan a persignarse y a besar los pies de la
imagen.
Desde el punto de
vista económico y social, es sin duda uno de los momentos mas esperados por los
habitantes, pues son las fechas en que se vende mas. Además se instalan juegos
mecánicos, cientos de puestos donde se pueden adquirir artesanías y muchos
negocios de comida para disfrutar los tradicionales tamales, palanquetas y
jamoncillos. Hay jaripeos, grupos musicales y bandas.
La importancia económica se manifiesta en
varios registros documentales. En el Antiguo Calendario de Galván aparece esta fiesta como “Función al
Señor de la Salud en San Agustín Metzquititlán”. En El Siglo Diez
y Nueve, antigua
periódico de circulación nacional, se publicó el 17 de febrero de 1861 un
anuncio donde se promovía la solemne Fiesta del Segundo Viernes de Cuaresma en
Metzquititlán.
El 8 de octubre
de 1868 el H. Congreso del Estado de México, a donde pertenecía
Metzquititlán ya que aun no se conformaba el Estado de Hidalgo, emitió el
decreto No. 75, y en su artículo 2º concedió al pueblo de San Agustín
Metzquititlán una feria anual durante ocho días que comenzara el 2º Viernes
llamado de Cuaresma.
La Parroquia de San Agustín Metzquititlán forman
parte de la Diócesis de Huejutla desde 1922.
¡El Señor de la Salud, es uno de los orgullos metzquititecos!
Gracias por su tiempo.
Bibliografía
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- AZCUÉ MANCERA, Luis. Catálogo de construcciones religiosas del Estado de Hidalgo.
- CASTILLO CÓRDOVA, Alfonso. San Agustín de las Buganvilias. Ed. Latinoamericana. México. 1971 p. 274
- Catalogo del Patrimonio Cultural del Estado de Hidalgo. Región VI. Gob. Edo de Hidalgo.
- Crónica de un bello rincón hidalguense, Metzquititlán. Ayuntamiento de San Agustín Metzquititlán. 1994. p. 4
- Decretos Estado de México. CD
- El Siglo Diez y Nueve. 17 feb 1861. Sexta época. Año XXI. Tomo I No. 34. p. 4
- Manifiesto a favor del Cura Párroco de Metztitlán. Impreso por Antonio Díaz. México, D.F. 1840. p 3
- MANZANO, Teodomiro. Anales del Estado de Hidalgo, 1ª. Parte 606 -1869.
- Monografía del Estado de Hidalgo.
- Monografías de Municipios Hidalguenses. Metzquititlán Tomo III. Gob. Edo. de Hgo. Col. Bicentenario p. 148-153
- RUIZ ZAVALA, OSA Fr. Alipio. Historia de la Provincia Agustiniana del Santísimo Nombres de Jesús en México. Porrúa, 1984. (Biblioteca Porrúa, 85. Tomo II) p. 442
- SILVA SALDAÑA, Cesar. “Bellezas de Metzquititlán” Típico rincón hidalguense. El Sol de Hidalgo. 4 de mayo 1978.
Como llegó estoy en la ciudad de México
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